En Groenlandia, enojados y confundidos por una visita no deseada

Una visita a Groenlandia prevista para esta semana, encabezada por la segunda dama, Usha Vance, se presentó inicialmente como un evento para celebrar la cultura groenlandesa. 

Sin embargo, está generando ira y ansiedad, y poniendo a prueba las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y sus aliados europeos. Y eso fue antes de que el vicepresidente J. D. Vance anunciara que acompañaría a su esposa en el viaje.

Estados Unidos ha centrado su visita en la seguridad nacional, a pesar de que tanto funcionarios daneses como groenlandeses insisten en que consideran este viaje no invitado una provocación. En lugar de asistir a una carrera de trineos tirados por perros, como estaba previsto inicialmente, los Vances visitarán a soldados estadounidenses en una base militar estadounidense, lejos de cualquier gran asentamiento de civiles groenlandeses, según informaron este martes funcionarios de la Casa Blanca.

Groenlandia ha denunciado la visita de la delegación, que según dijo el domingo la Casa Blanca incluiría al asesor de seguridad nacional Michael Waltz y al secretario de Energía Chris Wright, como una medida "muy agresiva". 

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, aumentó el martes la retórica contra Washington y afirmó que la visita programada pone “una presión completamente inaceptable sobre Groenlandia, los políticos groenlandeses y la población groenlandesa”, así como sobre Dinamarca.

La justificación de Vance

Para justificar su visita, Vance señaló: "Voy a visitar a algunos de nuestros guardianes de la Fuerza Espacial en la costa noroeste de Groenlandia y también a ver qué pasa con la seguridad".

Seguidamente, afirmó que otros países tienen intenciones de usar a Groenlandia para amenazar a Estados Unidos y Canadá.

"Desafortunadamente, líderes en Estados Unidos y Dinamarca ignoraron por demasiado tiempo a Groenlandia. Eso ha sido malo para Groenlandia y para la seguridad del mundo entero", afirmó.

El presidente Donald Trump señaló que la visita de altos funcionarios estadounidenses a Groenlandia es "amabilidad, no provocación".

Comentarios