Biden y Trump: La última batalla por el apoyo a Ucrania

El escenario geopolítico europeo se prepara para una semana crucial que podría marcar un punto de inflexión en la guerra entre Ucrania y Rusia. 

Con la reciente victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos, el conflicto se enfrenta a un nuevo capítulo. ¿Cuál será ahora el papel de EUA en este conflicto? Esa es la gran pregunta y podría tener una respuesta esta semana tras la reunión de Joe Biden con Donald Trump.

Primero: Habla con Putin

El jueves pasado, Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, realizó su primer contacto con el presidente ruso Vladimir Putin tras asegurar su triunfo en las elecciones.

Según un informe de The Washington Post, la conversación entre ambos líderes se centró en la posibilidad de alcanzar la paz en Europa, y Trump expresó su interés en avanzar hacia una solución rápida al conflicto. 

Aunque el Kremlin no ha confirmado esta llamada, las fuentes apuntan a que el presidente electo estadounidense mostró su apoyo a un acuerdo que permitiría a Rusia conservar parte de los territorios anexados recientemente.

Expectativas y tensiones

Esta conversación se produce en un contexto de expectativas crecientes y preocupaciones tanto dentro como fuera de Ucrania. 

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, habló previamente con Trump en una llamada que, aunque no dejó un sentimiento de decepción, sí puso muchos temas en el aire, incluyendo las políticas de Trump para poner fin a la guerra y la posibilidad de más asistencia estadounidense.

Mientras tanto, Joe Biden, el actual presidente de Estados Unidos, ha dejado claro que intentará influir en el enfoque de Trump antes de la transición del poder. 

En declaraciones recientes, el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, mencionó que el presidente insistirá en la importancia de mantener el apoyo estadounidense a Ucrania.

La política de Trump hacia Ucrania ha sido objeto de críticas por su postura ambivalente sobre la ayuda militar y económica al país. Su reiterada oposición a una intervención prolongada podría traducirse en una reducción del respaldo estadounidense, un cambio que alteraría significativamente el equilibrio en la región.

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