Ataques israelíes dejan más de 60 muertos en sur y centro de Gaza

Ataques aéreos israelíes causaron la muerte de más de 60 palestinos en el sur y centro de la Franja de Gaza este martes, incluido un ataque que impactó una zona segura que había sido declarada por Israel y que estaba repleta de miles de personas desplazadas.

El ataque más mortífero del día se perpetró por la tarde, cerca de una gasolinera en las afueras de la ciudad sureña de Jan Yunis, en Muwasi, una región costera que forma parte de la “zona segura” humanitaria donde las fuerzas militares israelíes le han indicado a los palestinos que se refugien para escapar de las ofensivas en otras partes del territorio.

Los responsables del Hospital Nasser de Jan Yunis dijeron que 17 personas habían fallecido. Zonas cercanas están llenas de tiendas de campaña.

De momento no había comentarios por parte de las fuerzas militares israelíes sobre el ataque. Se perpetró en la misma zona donde funcionarios de salud de Gaza dijeron que más de 90 palestinos, incluidos niños, murieron a causa de un ataque el sábado que, según Israel, tenía como objetivo al principal comandante militar de Hamás, Mohammed Deif. Su estado seguía sin estar claro.

Los nuevos ataques se producen mientras Israel y Hamás siguen sopesando la propuesta de cese del fuego más reciente. Hamás ha dicho que las negociaciones dirigidas a cesar la guerra de nueve meses de duración continuarán a pesar de que Israel perpetró un ataque contra Deif.

Los mediadores internacionales están trabajando para que Israel y Hamás lleguen a un acuerdo que ponga fin a los devastadores combates y libere a los alrededor de 120 rehenes en manos del grupo insurgente en Gaza.

Otros ataques tuvieron como objetivo los campamentos de refugiados de Nuseirat y Zawaida, en el centro del enclave. Los ataques contra cuatro viviendas dejaron por lo menos 24 muertos, incluyendo 10 mujeres y cuatro menores. Otro impactó una escuela que había sido convertida en refugio en Nuseirat, matando a por lo menos nueve personas. Un periodista de The Associated Press vio los cuerpos, algunos envueltos en mantas y sábanas con flores, mientras eran trasladados al Hospital Al Aqsa en la localidad cercana de Deir al-Balah, donde empleados del hospital proporcionaron la cifra de muertes.

Las fuerzas militares israelíes señalaron que “realizaron ataques selectivos contra objetivos terroristas” en el centro de Gaza, pero no ofreció más detalles ni proporcionó más datos sobre los objetivos.

Otros ataques en Jan Yunis y en la ciudad de Rafah, en el sur del enclave, perpetrados durante la noche del lunes y hasta el martes temprano causaron la muerte de 12 personas, de acuerdo con funcionarios médicos y periodistas de la AP. Un periodista de la agencia contó los cuerpos en el hospital antes de que se llevara a cabo un funeral en su entrada.

Las fuerzas militares dijeron que aviones de la fuerza aérea alcanzaron alrededor de 40 objetivos en Gaza durante el último día, entre los que había puestos de observación, estructuras militares de Hamás y edificios en los que se habían colocado explosivos.

La guerra comenzó luego del ataque transfronterizo liderado por insurgentes de Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre, en el que murieron alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y otras 250 fueron tomadas como rehenes. Israel respondió con ofensivas terrestres y bombardeos que han dejado más de 38.600 fallecidos en Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Salud del territorio, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.

La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja está hacinados en míseros asentamientos de tiendas de campaña en el centro y el sur del territorio. Las restricciones israelíes, los combates y la inseguridad han limitado los esfuerzos de ayuda humanitaria, lo que ha provocado hambre generalizada y temor a una posible hambruna.

La violencia ha aumentado también en Cisjordania desde el estallido de la guerra. Un palestino de 19 años de Gaza apuñaló el martes a un policía israelí, que sufrió heridas leves, antes morir baleado por otro agente.