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Internacional

Aseguran expertos, riesgo de hambruna en Gaza sigue siendo alto

la autoridad internacional en crisis de hambruna informó este jueves que, a un año del conflicto La Franja de Gaza aún está en riesgo de sufrir hambruna.


  • 17
  • Octubre
    2024

Más de un año después de que inició la guerra entre Israel y Hamás, la Franja de Gaza aún está en riesgo de sufrir una hambruna, aun cuando el número de personas que enfrentan el nivel más extremo de hambre se ha reducido en los últimos meses, informó el jueves la autoridad internacional en crisis de hambruna.

Cientos de miles de personas han sido desplazadas y viven hacinadas en campamentos y escuelas convertidas en refugios.

En las últimas semanas, Israel ordenó nuevamente el desalojo del tercio norte de Gaza, y puso en marcha otra operación militar a gran escala en el lugar. No permitió la entrada de alimentos al norte durante las dos primeras semanas de octubre, antes de reanudar los cargamentos el lunes.

Según las propias cifras del ejército israelí, en lo que va de mes, han ingresado a Gaza poco más de 5.800 toneladas de alimentos, comparadas con casi 76.000 de septiembre, y no todos esos envíos han llegado a la población. Más de 500 camiones siguen parados en el lado gazatí de la frontera, donde la ONU afirma que tiene dificultades para recibir la carga debido a las operaciones militares israelíes, la anarquía que reina en el lugar y otros obstáculos.

En un comunicado en el que anunció un segundo envío el miércoles, el ejército israelí afirmó que seguirá actuando de acuerdo con el derecho internacional “para facilitar y agilizar el ingreso de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza”.

Los hallazgos se anunciaron después de que Estados Unidos dijera a Israel que podría reducir su ayuda militar si éste no hace más para atender la crisis humanitaria en Gaza.

El 86% de la población de Gaza padece hambre severa o peor

Los datos más recientes sobre el hambre en Gaza fueron publicados por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), una iniciativa establecida en 2004 durante la hambruna en Somalia en la que participan más de una docena de organismos de la ONU, organizaciones de ayuda, gobiernos y otros grupos. El organismo ha advertido repetidamente de la posibilidad de hambruna durante toda la guerra en Gaza que comenzó hace un año.

Más de 1,8 millones de personas, que equivalen a cerca de 86% de la población de Gaza, enfrentan niveles críticos de hambre, definidos como Fase 3 o mayor en la escala de cinco puntos de la CIF. Unas 133.000 personas, o cerca de 6%, están en la Fase 5, que es el nivel más alto, conocido como hambre catastrófica. Esta cifra está debajo de periodos anteriores de la guerra, cuando cerca de un tercio de la población se encontraba en dicha fase.

La CIF advirtió que la situación podría deteriorarse rápidamente, y prevé que los niveles de hambre catastrófica se dupliquen en los próximos meses. Mencionó una reducción en la ayuda en las últimas semanas, el inicio de lo que suele ser un invierno frío y lluvioso, y las difíciles condiciones que enfrentan las personas en los atestados campamentos con pocos alimentos, agua potable o sanitarios.

“A un año del inicio del conflicto, el riesgo de hambruna persiste en toda la Franja de Gaza, mientras el conflicto se intensifica y se aproxima el invierno”, advierte el informe.

Israel ha controlado toda la frontera terrestre de Gaza desde mayo. El organismo militar israelí encargado de asuntos civiles, conocido como COGAT, afirma que no limita la ayuda humanitaria que ingresa al territorio y acusa a las agencias de la ONU y a las organizaciones humanitarias de no entregarla con prontitud.

Estos grupos afirman que sus esfuerzos se ven gravemente obstaculizados por las restricciones israelíes, los continuos combates y desplazamientos, y el colapso de la ley y el orden en muchas zonas.

El jueves, en una cocina pública en el centro de Gaza, una multitud de mujeres y niños esperaba en fila con ollas vacías para recibir una sopa de jitomate con chícharos y fideos.

“Llevamos dos semanas sin comida suficiente para nosotros y nuestros hijos. Muchos alimentos desaparecieron de los mercados porque los cruces están cerrados”, dijo Mohammed Abed, quien se vio desplazado de Ciudad de Gaza, en el norte del territorio.

“Teníamos una vida decente, pero ahora, como pueden ver, venimos a las cocinas para conseguir un plato de comida y pan”, dijo Aisha Saliby, también desplazada de Ciudad de Gaza. “Pongan fin a la guerra y déjennos volver a casa sanos y salvos”.

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo el jueves que está alarmado por el último informe, al que calificó de “intolerable”, según su vocero.

Guterres exigió la apertura inmediata de los pasos fronterizos y la eliminación de los obstáculos para que las agencias de la ONU puedan entregar la ayuda, dijo su vocero, Farhan Haq.

Israel no permitió la entrada de alimentos en el norte de Gaza durante 2 semanas mientras lanzaba otra ofensiva

Israel no permitió la entrada de alimentos en el norte de Gaza durante las dos primeras semanas de octubre, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, mientras lanzaba allí una ofensiva militar que aún continúa. Funcionarios humanitarios de la ONU dijeron la semana pasada que la ayuda que entra en Gaza se encuentra en su nivel más bajo de los últimos meses.

La mayoría de los residentes del norte de Gaza huyeron tras las advertencias de desalojo al comienzo de la guerra, e Israel no les ha permitido regresar. Se calcula que unas 400.000 personas han permanecido allí a pesar de las duras condiciones. Los palestinos afirman que en ningún lugar del territorio asediado se sienten seguros.

Muchos temen que Israel ponga en práctica un plan propuesto por generales retirados que contempla la interrupción de la ayuda y que cualquiera que no atienda las órdenes de desalojo sea clasificado como combatiente. El gobierno israelí no ha dicho si ha adoptado el plan, el cual violaría las leyes internacionales, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos.

Según el informe de la CIF, las últimas órdenes de desalojo “han perturbado considerablemente las operaciones humanitarias, y los repetidos desplazamientos han mermado constantemente la capacidad de la población para hacer frente a la situación y acceder a alimentos, agua y medicinas, exacerbando la vulnerabilidad de comunidades enteras”.

En una carta enviada el fin de semana, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijeron a Israel que si no permitían el ingreso de una mayor cantidad de ayuda humanitaria en Gaza en los próximos 30 días, podría correr el riesgo de perder suministros de armas estadounidenses para las guerras que libra contra Hamás en Gaza y Hezbollah en Líbano.

Tras una carta similar enviada en abril —después de que un ataque israelí matara a siete trabajadores humanitarios— se registró un aumento de la ayuda humanitaria al territorio. Pero el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, declaró esta semana que el suministro de ayuda para los habitantes de Gaza volvió a disminuir, cayendo más de 50% en comparación con los niveles máximos que había alcanzado anteriormente este año.

Israel ha permitido hasta ahora dos envíos al norte de Gaza esta semana —un total de 80 camiones— y afirma que unos 430 camiones han ingresado por el cruce meridional de Kerem Shalom desde principios de mes. Esta cifra está muy por debajo de los 350 camiones diarios que Estados Unidos considera necesarios.

Estados Unidos ha gastado casi 18.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel desde que comenzó la guerra en Gaza, según un informe para el proyecto Costos de la Guerra de la Universidad Brown.


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