Afectados por DANA en Valencia lanzan lodo al rey Felipe

El Rey Felipe VI, junto a la Reina Letizia y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vivió este domingo un tenso momento durante su visita a Paiporta, Valencia, una de las localidades más afectadas por las devastadoras inundaciones causadas por la DANA.

La indignación de los residentes, que enfrentan las consecuencias de un desastre natural que dejó más de 200 muertos, se hizo palpable al lanzar lodo y abuchear a los miembros de la comitiva real.

La visita se tornó caótica cuando los supervivientes, frustrados por la falta de atención y apoyo, comenzaron a arrojar barro a los monarcas. Gritos de “¡Fuera, fuera!” y “¡Asesino!” resonaron entre la multitud, mientras las autoridades intentaban mantener el orden.

En medio del tumulto, la policía montada tuvo que intervenir para controlar a los manifestantes, que también blandiendo palas y palos en señal de protesta.

Felipe VI, a pesar del hostigamiento, intentó interactuar con los afectados. En una escena conmovedora, una mujer lloró sobre su hombro mientras compartía sus penurias.

Sin embargo, la rabia colectiva se intensificó, reflejando un profundo descontento con la respuesta del gobierno ante la crisis. La situación se complicó aún más al conocerse que muchas personas aún carecían de agua potable días después de las inundaciones.

En Valencia, donde más de 200 personas murieron por las inundaciones, el rey de España, Felipe VI, fue abucheado. Le arrojaron barro, gritando "¡Vergüenza!" y "Asesino". pic.twitter.com/bpXzGDNBYG

— Pedrodelcamino (@pedrodelcamino) November 3, 2024

La visita, que pretendía ser un gesto de empatía y apoyo, se convirtió en un símbolo del descontento social por la gestión de la emergencia. Los residentes exigieron respuestas, especialmente de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, y criticaron la tardanza en las alertas de emergencia que contribuyeron a la magnitud de la tragedia.

Con manchas de barro en su impermeable, el rey trató de consolar a los afectados, pero el sentimiento de abandono y desesperación era palpable.

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