Accidente fue por interferencias externas: Azerbaiyán Airlines

El avión Embraer 190 de la compañía Azerbaiyán Airlines (AZAL), que realizaba el vuelo J2-8243 Bakú-Grozni, se estrelló el pasado 25 de diciembre cerca de Aktau, Kazajistán, provocando la muerte de 38 personas, incluidos tres tripulantes, y dejando 29 sobrevivientes.

En un comunicado difundido este viernes, AZAL atribuyó el siniestro a "interferencias físicas y técnicas externas", según los resultados preliminares de la investigación.

El accidente ocurrió mientras drones ucranianos atacaban dos ciudades de Chechenia, incluida Grozni, lo que llevó a las autoridades rusas a aplicar un "plan de contingencia" en la región, coincidiendo con el vuelo accidentado.

Suspensión de vuelos desde Bakú

Como medida preventiva, la Agencia Estatal de Aviación Civil de Azerbaiyán ordenó la suspensión de vuelos desde Bakú a varias ciudades rusas, incluidas Mineralnye Vody, Sochi, Volgogrado, Ufá, Sámara, Sarátov, Nizhni Nóvgorod y Vladicáucaso.

Esta decisión se suma a la cancelación previa de vuelos a Grozni y Makhachkala anunciada el mismo día del accidente.

Investigación en curso

Por su parte, representantes del fabricante brasileño Embraer ya están en Aktau para colaborar en la investigación, y se espera la llegada de una delegación del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) en los próximos días.

Balance de víctimas

De las 67 personas a bordo, 38 fallecieron, incluidos tres miembros de la tripulación. Entre las víctimas hay ciudadanos azerbaiyanos, rusos y kazajos, según informó la agencia Kazinform.

Mientras las investigaciones avanzan, las familias de las víctimas y los sobrevivientes esperan respuestas sobre las causas exactas de esta tragedia aérea que ha sacudido a Azerbaiyán y a la comunidad internacional.

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