Mexicanos se vuelven más 'carnívoros' tras pandemia

Tras la pandemia, los mexicanos nos hicimos “más carnívoros” y todo apunta a que el consumo de dicha proteína ya va al alza y así continuará en lo que resta del 2023.Datos oficiales muestran que mientras que en 2019, es decir, previo a la pandemia, el consumo anual per cápita de carne de los mexicanos se situó en 72.1 kilos, para el 2023 se incrementó al totalizar en 76.9, esto es 4.8 kilos más o bien, un crecimiento de 7 por ciento.Dentro de estos hábitos, según datos del Compendio Estadístico del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) también se observa que al hablar por tipos de carne, los mexicanos se inclinarán más por el consumo de pollo durante este año.Y es que de acuerdo con estimaciones de este organismo, esta tendencia se registra desde hace tiempo, ya que mientras que en 2019 el consumo per cápita de pollo fue de 34.5 kilogramos, para este año se espera que suba a 36.5 kilogramos, esto es un 2% más.Otro repunte importante también se dará en la carne de cerdo, cuyo consumo reporta crecimiento de 2.9% al pasar de un consumo per cápita de 19.9 kilos en 2019, a 22.8 kilos en 2023.En opinión de expertos, un mayor precio en estos tipos de proteínas y más puntos de venta han influido en los cambios de hábito o consumo de las personas.En el caso del mayor consumo del pollo, el Comecarne, dijo a El Horizonte que un primer factor se vincula con el nivel que presentan los precios de venta de sus distintos cortes, ya en general son menores en comparación con los que presentan los de res y porcino.El precio de un kilogramo de carne de pollo es 2.6 veces menor que uno de res y 1.5 veces menor que uno de cerdo, destacó.Además, un segundo elemento se relaciona con la existencia de un significativo número de puntos de venta localizados en las proximidades de los domicilios de los consumidores. En 2022 en el país se registró la existencia de 58,659 unidades comerciales de venta al por menor de carne de pollo, entre ellas destacan las pollerías.También existen otros factores de índole cualitativo que determinan las preferencias del consumidor por la carne de pollo, como lo es la facilidad y versatilidad para la preparación de platillos; por ejemplo, los tiempos de cocción para las distintas piezas de pollo son similares.Por otro lado dijo que datos del ingreso-gastos de los hogares de los años 2018 y 2022, nos permiten inferir que el incremento de la ingesta de pollo en el país se asocia principalmente con una mayor disponibilidad monetaria de los hogares en el grupo de menor ingreso, lo cual incentiva una mayor demanda del cárnico de este segmento.De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la semana pasada, los precios del cercado mostraron incrementos del 1.5% semanal, por mejores ventas nacionales, sin embargo, la preocupación de los porcicultores continúa, por fuertes olúmenes importados de Estados Unidos.El año pasado, la carne de res presentó un aumento en los precios de la cadena ganado para sacrificio de 16%, y la carne en canal de 13.9 por cientoAunque el pavo, el ovino y la cabra son productos de menor consumo también muestran números muy bajos o sin cambios, en su consumo per cápita, según Comecarne.