Te compartimos una guía perfecta de cerveza y cortes de carne

Si bien el vino ha sido tradicionalmente la opción más popular para acompañar la carne, cada vez más personas están descubriendo que la cerveza, con su diversidad de sabores, cuerpo y amargor, puede complementar e intensificar las notas de cada tipo de corte.

La clave de un buen maridaje es encontrar el equilibrio adecuado entre los sabores de la cerveza y la carne, sin que uno opaque al otro. Para hacerlo, hay que considerar tres factores principales: El tipo de carne, su grado de cocción y el tipo de preparación (adobos, salsas, especias, etc.).

En general, las cervezas ligeras y refrescantes complementan carnes suaves, mientras que las cervezas más robustas, con mayor cuerpo y amargor, armonizan mejor con carnes más intensas en sabor y grasa.

Aquí te compartimos cómo elegir las cervezas ideales para distintos cortes de carne y lograr una combinación exquisita.

La dupla perfecta

Rib Eye: Este corte es conocido por su gran contenido de grasa y su sabor intenso. Para un rib eye bien cocido a la parrilla, una cerveza tipo stout o porter es ideal. Estas cervezas oscuras y tostadas complementan la grasa del corte y aportan un toque de amargor que limpia el paladar.

Arrachera: Este corte de carne es magro, y suele marinarse con jugos cítricos o especias. Una cerveza tipo Pale Ale o IPA es perfecta para acompañar la arrachera, ya que el amargor del lúpulo contrasta con los sabores del marinado y ayuda a equilibrar las notas ácidas o especiadas.

Solomillo o Filete: Si bien es un corte tierno y magro, el solomillo tiene un sabor delicado que no debe ser opacado por una cerveza demasiado intensa. Una cerveza tipo Amber Ale o una Brown Ale es una buena elección. Estas cervezas de color ámbar o marrón tienen un toque de dulzura y notas caramelizadas que realzan el sabor de la carne sin ser demasiado invasivas.

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