Estilo de Vida

Pastes: un bocadillo mexicano con una rica historia

La receta original llegó al país con mineros ingleses provenientes de Cornwall, que arribaron para trabajar en el estado de Hidalgo

  • Por: El Horizonte
  • 06 Noviembre 2024, 00:09

Isabel Arriaga Lozano rellena cuidadosamente una empanada de hojaldre con una mezcla de carne, papas y chiles. Está elaborando un paste, un atesorado bocadillo mexicano que tiene una rica historia.

Originario del pueblo minero de Real del Monte en el estado de Hidalgo, en el centro de México, el paste fue traído por mineros británicos en la década de 1820 y desde entonces se ha convertido en una tradición culinaria local. 

Los pastes son populares en todo México, con rellenos que van desde el mole mexicano hasta sabores más dulces como piña o zarzamora con queso.

Y si bien muchos ignoran su sorprendente origen, un cementerio ubicado en la cima de una colina contiene una pista: Unas 700 tumbas cubiertas de moho y liquen con nombres ingleses. Son las tumbas de cientos de mineros que viajaron a México en 1824 para trabajar en Real del Monte, extrayendo plata, cobre, zinc, oro y mercurio.

Los mineros vinieron desde Cornwall, una región del suroeste de Inglaterra que, de la misma forma, también tenía una fuerte comunidad minera en el siglo XIX. Trajeron consigo un bocadillo emblemático al que llamaban “Cornish pasty”.

Este platillo data del siglo XIII, cuando eran comida de la nobleza y las clases altas. Para el siglo XIX, se volvieron populares entre las familias inglesas de clase popular. Constaban de un pastel de capa delgada relleno de cortes baratos de carne junto con papas, nabo sueco y cebolla. 

El pastelito era entonces doblado de lado, lo que sellaba a los ingredientes y le daba a la persona un lado por el cual sostener al pastel. El lado doblado funcionaba entonces como una especie de mango que los mineros podían sujetar para no ensuciar el pastel con la tierra y el lodo que habían acumulado al trabajar en la mina. (Con información de Agencias)

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Receta generacional

Isabel Arriaga Lozano dijo que ha estado haciendo pastes por 30 años. La familia de su esposo se dedicaba a hacer pastes y ella asumió el control del negocio cuando él falleció. Los pastes, dijo, se han convertido en un parte indispensable de la vida en el “pueblo mágico” de Real del Monte. 

“Yo creo que el 50% de la población” de Real del Monte vive de la preparación del paste, comentó, resaltando un ingrediente muy especial: “Sobre todo el amor que te transmiten para poder hacer un buen producto”.

Añadió que el paste ha perdurado gracias a la “mexicanización” de los ingredientes. Comparado con la versión inglesa, comentó, en México “siempre buscamos ese sabor picosito, le agregamos la pimienta, agregamos el perejil”. Los pastes son un bocadillo tan emblemático de Real del Monte que tienen su propio museo.

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