El cerebro disminuye de tamaño durante el embarazo
La ciencia había descrito los cambios fisiológicos pero no los neuronales; convirtiéndose este estudio en el primer mapa cerebral de una mujer embarazada
- Por: Verónica Espinoza
- 30 Septiembre 2024, 13:50
El cerebro de la mujer reduce su tamaño durante el embarazo y vuelve a recuperarlo en unos meses sin que eso sea necesariamente malo, según ha constatado una investigación que ha documentado los cambios neuroanatómicos de una mujer antes, durante y después del embarazo.
El estudio, publicado en la revista Nature Neurology, constituye el primer mapa cerebral de una mujer embarazada. Hasta ahora, la ciencia había descrito los cambios fisiológicos en el cerebro de la mujer durante el embarazo, pero no tanto los neuronales, a pesar de que en el mundo hay unos 140 millones de mujeres que se quedan embarazadas cada año.
Hace cuatro meses, un grupo de investigadoras del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid documentaron, en un estudio recogido también en Nature Neuroscience, que el cerebro de la mujer experimentaba cambios anatómicos durante el embarazo en base el análisis de los escáneres de 110 embarazadas.
¿Qué áreas del cerebro cambian?
La nueva investigación especifica estos cambios: Una disminución generalizada del volumen de materia gris (cuerpos celulares que cumplen funciones mentales y cognitivas importantes) y del espesor cortical en la novena semana de embarazo.
La reducción de volumen afecta, sobre todo, a la llamada red neuronal por defecto, un sistema de áreas cerebrales conectadas entre sí que se activan cuando una persona está en reposo, según ha explicado en rueda de prensa una de las autoras, Emily Jacobs, investigadora de la Universidad de California en Santa Bárbara.
Por el contrario, los escáneres han mostrado un aumento de la materia blanca (fibras nerviosas responsables de facilitar la comunicación entre las regiones cerebrales), el volumen ventricular (crucial en la evaluación del riesgo cardíaco), y del líquido cefalorraquídeo, que actúa como un amortiguador que ayuda a proteger su cerebro y médula espinal de impactos o lesiones repentinas.
Depresión posparto
Jacobs y sus colegas sospechan que estos cambios anatómicos observados pueden suponer una especie de “refinamiento cortical” para un reto como el embarazo y parto, en cierto modo similar al que ocurre en la pubertad cuando el cerebro se especializa.
Los datos obtenidos en la investigación, serán de libre acceso para que futuros estudios indaguen en sí estos cambios en la anatomía del cerebro durante el embarazo influyen de alguna manera en la depresión posparto, una enfermedad que afecta aproximadamente a una de cada cinco mujeres.
“Cuanto más sepamos sobre el cerebro materno, más posibilidades tendremos de evitar este tipo de dolencias y aliviarlo”, ha señalado Jacobs
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