Estilo de Vida

Aprende a cómo frenar los pensamientos obsesivos en los niños

Ayudar a los niños a lidiar con sus preocupaciones de manera saludable y efectiva, es posible, pero requiere de paciencia y comprensión

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  • Por: El Horizonte
  • 03 Abril 2025, 00:09

Los pensamientos repetitivos y obsesivos en los niños pueden ser una fuente de ansiedad tanto para ellos como para sus familias.

Estas ideas intrusivas suelen ser persistentes y generan malestar, afectando la vida diaria del menor. Si bien es normal que los niños atraviesen fases de preocupaciones recurrentes, cuando estos pensamientos interfieren en su bienestar, es fundamental abordarlos de manera adecuada.

Identificación y comprensión: El primer paso es diferenciar entre preocupaciones normales y pensamientos obsesivos. Los niños con pensamientos obsesivos pueden sentirse atrapados en un ciclo de ideas que no pueden controlar, lo que les genera angustia. 

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Algunos signos a observar incluyen: Repetición constante de un pensamiento o miedo sin una solución clara. Rituales o compulsiones para calmar la ansiedad. Evitación de ciertas situaciones por temor a que ocurra algo negativo. Expresión frecuente de angustia ante las mismas preocupaciones. 

Apuéstale a estas estrategias 

Escucha y valida sus emociones: Es crucial que el niño se sienta comprendido. Evitar minimizar sus preocupaciones y, en cambio, reconocer su malestar puede ayudarle a sentirse apoyado.

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Fomenta el pensamiento flexible: Enseñar a los niños que no todo pensamiento es una realidad inminente les permite reducir la ansiedad. Se pueden emplear preguntas como: “¿Cuántas veces ha ocurrido esto antes?” o “¿Hay otra forma de ver esta situación?”. (Con información de Agencias)

Cómo puedes ayudarlos

  • Técnicas de relajación y mindfulness: Ejercicios de respiración profunda, meditación guiada o actividades creativas, pueden ayudar a reducir la intensidad de los pensamientos intrusivos.

  • Establecer una rutina de preocupaciones: Designar un “tiempo de preocupaciones” en el día, en el que el niño pueda hablar sobre sus pensamientos por un periodo limitado, puede ayudar a que no interfieran en otras actividades.
  • Busca ayuda profesional si es necesario: Si los pensamientos obsesivos afectan significativamente la vida del niño, un psicólogo infantil puede proporcionar estrategias terapéuticas específicas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC).

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