Sufren por agua; necesitan mangueras para cisterna
Para tener el líquido, dependen del Municipio de Monterrey, que con una pipa les rellena esta enorme cisterna colectiva, instalada en la parte más alta.
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Agosto
2023
En lo alto del cerro, en la colonia CROC en Monterrey, algunas familias que habitan en forma irregular la Privada #3 de la calle Tiro al Blanco, ya cumplieron 35 años sin red domiciliaria de agua.
No hay tubería en la calle y en las casas, porque ninguna autoridad introdujo el servicio, pero en otras calles sí.
Para tener el líquido, dependen del Municipio de Monterrey, que con una pipa les rellena esta enorme cisterna colectiva, instalada en la parte más alta del sector.
Desde hace años, cada familia extiende en el piso una larga manguera desde su casa hasta la cisterna para surtirse.
Para el agua, se turnan: los lunes toca a los vecinos de la zona de arriba conectarse, los jueves a los de abajo. Y quienes tienen tinacos, guardan agua.
Doña Pánfila Alonso pide que les introduzcan la tubería para dejar de batallar.
"Ya se nos está trasminando, y quisiera que nos vinieran a ayudar. Mire, ahorita ya van a echar agua porque les toca, ya mañana nos toca a nosotros, pero ellos sí tienen una bomba para bombear. (...) A ver si nos ayudan para pegar el tanque", dijo.
Don Cristino Alonso y su esposa María Jiménez ya no sienten lo duro, sino lo tupido.
"Es agua que nos trae la pipa y a veces sí fallan las pipas, pues no tenemos agua... ojalá se pudiera (la introducción del servicio), estaría mucho mejor", expresó don Cristino.
Tienen la ilusión de que tener la tubería en su casa.
"Pues sí nos han dado esperanzas, pero a la hora de la hora no se ve nada. Ahorita ya va a quedar vacía (la pipa), y la vuelven a llenar hasta mañana", comentó doña María.
Pero hay vecinas que la pasan peor, como doña Petra Tapia Carranza, una mujer de la tercera edad y de escasos recursos, a quien le urge una manguera de unos 100 metros para dejar de acarrear el agua en tinas, arriesgándose por la peligrosa pendiente.
Tenía una manguera muy delgadita, que no le sirvió.
"Necesito una manguera para echar agua de arriba hasta acá, ya cuando me la prestan ya se acabó el agua. (El gobierno) ni una despensa me han dado, y en las votaciones sí quieren que vote. Que sea (la manguera) de cien metros para que alcance hasta acá", aclaró.
Y cuando la pipa no va, gastan en agua embotellada.
"A veces no hay agua y nosotros batallamos", sostuvo otro vecino.
Con la crisis del agua se quedaron sin el líquido hasta un mes, y tuvieron que comprar agua embotellada, a un precio de 15 pesos el garrafón.
Así, en plena metrópoli de mucho progreso y recursos, y también de un calor infernal, estas familias siguen batallando por lo más vital: el agua.
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