Emiten alerta por casos de lepra en Lampazos, Nuevo León

Un caso de lepra fue detectado en el municipio de Lampazos, Nuevo León, según informó la Secretaría de Salud a nivel federal a través de un informe epidemiológico donde el Estado aparece en una lista denominada “Municipios Prioritarios para Lepra”.

A pesar de los avances en la lucha contra la lepra en México, esta enfermedad infecciosa aún no ha desaparecido del país. Según datos de la Secretaría de Salud, se han registrado 300 casos de lepra en diferentes regiones de México. De los 32 estados del país, solo cuatro no tienen cifras de afectados: Chiapas, Sonora, Baja California y Tlaxcala.

La situación es especialmente preocupante en 12 municipios que han sido denominados "municipios prioritarios para lepra" debido a su alta prevalencia. Entre ellos, destacan Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca en Jalisco, Nocupétaro y Nuevo Urecho en Michoacán, Tlaltizapan en Morelos, Lampazos en Nuevo León, El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa en Oaxaca, Choix en Sinaloa y Tunkas en Yucatán.

El Gobierno ha puesto a estas localidades bajo vigilancia epidemiológica para controlar la propagación de la enfermedad. Además, se ha identificado que la mayoría de los afectados en México son multibacilares, lo que significa que tienen seis o más lesiones en la piel.

En el caso específico de Nuevo León, en lo que va del año suman en 10 en todo el estado, de acuerdo al Boletín Epidemiológico correspondiente a la semana 29 del año (del 16 al 22 de julio).

Es alentador ver que en los últimos 30 años ha habido un avance significativo en la lucha contra la lepra en México. En 1992, se registraron más de 17,000 casos, mientras que al cierre del año pasado, solo se reportaron 618 casos. Las medidas implementadas se enmarcan en una estrategia para eliminar la lepra como problema de salud pública, y una de las acciones cruciales es interrumpir la cadena de transmisión.

¿Qué es la lepra?

La lepra es causada por una bacteria conocida como bacilo de Hansen, que se reproduce muy lentamente, y el periodo promedio de incubación hasta la aparición de los síntomas es de cinco años. Los signos iniciales son manchas o nódulos en la piel, que pueden terminar en lesiones y pérdida de sensibilidad. La enfermedad también puede causar debilidad muscular y sensación de hormigueo en manos y pies. Si no se trata a tiempo, puede causar secuelas permanentes, deformidades, reducción de la movilidad de las extremidades e incluso ceguera.

El tratamiento para la lepra en México y en toda la región es gratuito, gracias a la colaboración de la OPS y la OMS, que donan cada año los fármacos de poliquimioterapia necesarios para la atención de las personas afectadas. Según datos de la Secretaría de Salud, el 69% de los pacientes completan su tratamiento, lo que demuestra que la lepra es curable y que el tratamiento adecuado reduce significativamente las posibilidades de discapacidad.

A pesar de estos avances, aún se enfrentan desafíos en la lucha contra la lepra. Se requiere un mayor enfoque en diagnósticos oportunos, especialmente en pacientes con discapacidad y en menores de 15 años. También es fundamental mejorar la cobertura de revisión de contactos para cortar la cadena de transmisión de manera más efectiva.

La lepra es una enfermedad antigua y, a pesar de su curabilidad desde hace 40 años, todavía enfrenta estigmatización, lo que dificulta el diagnóstico temprano. En el año 2018, se identificaron en América 30,000 casos nuevos de lepra, incluyendo casi 1,800 niños y más de 2,300 personas con deformidades visibles debido a la enfermedad.

Para abordar estos desafíos, se requiere una colaboración coordinada de todos los involucrados, así como una voluntad política firme para fortalecer las competencias del personal médico y mejorar el diagnóstico y tratamiento. Identificar áreas leprógenas y buscar casos de manera efectiva será crucial para cambiar la trayectoria de la enfermedad en México y lograr su eliminación definitiva.

Es importante recordar que la lepra es una enfermedad curable y que, con el tratamiento adecuado y una mayor conciencia pública, es posible acabar con la lepra como problema de salud pública en México y en todo el mundo. Sin embargo, es necesario seguir trabajando en conjunto para lograr este objetivo y evitar que la lepra resurja como resultado de descuidos o crisis de salud pública, como se ha visto con el aumento de casos durante la pandemia de COVID-19 en 2021.

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