Achican vialidades de más ¡y atoran hasta a los bomberos!
La mala implementación de los proyectos urbanos en San Pedro y Monterrey complican el paso a las unidades de rescate
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Octubre
2024
Querían dizque ayudar a los peatones con sus remodelaciones urbanas “vanguardistas”, pero al contratar inexpertos, ¡terminaron poniendo en riesgo a sus propios habitantes!
Así, las anteriores administraciones de San Pedro y Monterrey encabezadas por Miguel Treviño y Luis Donaldo Colosio respectivamente, a la hora de implementar programas para ensanchar las banquetas siguiendo la tendencia del “nuevo urbanismo”, terminaron acortando de más las vialidades adjuntas, causándole un riesgo a los propios vecinos al complicar la operación de vehículos de rescate de grandes dimensiones como los de bomberos.
En los polígonos del Casco y Centrito, en San Pedro, así como en el corredor Ocampo en Monterrey, se hicieron obras de remodelación de banquetas donde se cometió la pifia de no medir adecuadamente las dimensiones de las vialidades resultantes, lo que ya ha provocado en varias ocasiones que no puedan dar vuelta camiones de bomberos por el reducido espacio de la calle y el obstáculo que causan los bolardos instalados, situación que a decir de los apagafuegos es preocupante y urgente de resolver.
Así lo explicó Alejandro Zúñiga, director Operativo de Bomberos de Nuevo León, en entrevista con El Horizonte.
“Las adecuaciones viales, en el caso específico de los bomberos, no nos consultaron sobre las dimensiones de nuestras unidades para ver si pueden tener acceso o maniobrabilidad, sobre todo en las vueltas”, dijo el jefe de los bomberos en Nuevo León.
Y es que si bien estas remodelaciones permiten a los peatones tener más espacio para caminar de forma segura, algunas autoridades descuidadas no velaron por garantizar que las distancia entre uno y otro extremo de la banqueta, que es la vialidad, conservase el tamaño mínimo del arroyo vehicular para el paso de la máquina de bomberos.
Las calles reducidas ya han obstaculizado el trabajo de los bomberos, debido a que al ensanchar las banquetas se dejaron dimensiones reducidas de más en las calles que impide que vehículos grandes maniobren incluyendo a los bomberos.
Una unidad de bomberos mide 2.55 metros de ancho y 10 metros de largo, dimensiones que en intersecciones reducidas por el diseño impiden que estas unidades giren libremente hacia la izquierda o la derecha para incorporarse a otra calle.
Esto ha dificultado a los bomberos su paso para acudir a servicios en zonas como el Centrito y el Casco Urbano de San Pedro, así como en el Centro de Monterrey. Al girar, la parte trasera de la unidad queda atrapada entre los bolardos que delimitan la banqueta ampliada y la reducida calle.
El problema radica en que el camión requiere que la calle mida al menos la mitad del largo del camión de bomberos para que este pueda girar. Sin embargo, los nuevos diseños cuentan con un ancho de calle que va de los 2.5 a 3.5 metros.
Durante las administraciones pasadas, encabezadas por los entonces alcaldes de San Pedro y Monterrey, Miguel Treviño de Hoyos y Luis Donaldo Colosio Riojas, respectivamente, se apostó por ampliar banquetas en zonas céntricas.
La operación consistió en rehabilitar 27,768 metros cuadrados en San Pedro y 11,445 en Monterrey. Aunque se trataba de administraciones diferentes, coincidían en que los nuevos diseños debían contar con la instalación de ‘bolardos’ en el límite entre la acera y la calle para garantizar que la circulación vial quedara reducida.
Alejandro Zúñiga explicó que para ambos proyectos no se les consultó la medida de sus unidades, pero el problema es tan grave que el ayuntamiento de Monterrey ya está tomando acciones para adecuar los puntos donde se les complica maniobrar con las grandes unidades.
“El municipio de Monterrey, a través del IMPLANC, se acercó y se han estado haciendo recorridos en diferentes calles de Monterrey, donde nosotros consideramos que hay dificultades en la maniobrabilidad de las unidades, y sí ha habido interés en resolverlo”, comentó Zúñiga Alarcón.
El diseño del Casco de San Pedro y la zona de Centro Valle tuvieron una intervención importante que coloca como protagonista al peatón y fomenta dejar de usar el vehículo. Sin embargo, el pasado 21 de marzo, un camión de bomberos se quedó atorado por al menos 10 minutos.
Monterrey no es la excepción en puntos de difícil acceso para las labores de bomberos. Un claro ejemplo fue evidenciado por El Horizonte el pasado 4 de abril, en la calle Modesto Arreola, donde las dimensiones de las banquetas ocupan tres cuartas partes del espacio de rodamiento.
Otra área de Monterrey que complica el acceso de los bomberos son las calles del centro, que además de ser angostas, también han sido invadidas por puestos que colocan estructuras metálicas ocupando las banquetas y, en ocasiones, parte de la calle.
“En la parte central, lo máximo que podemos acceder es a algunos estacionamientos que tienen algunos edificios, pero también tienen muchos autos considerados chatarra que dificultan el acceso. Entonces, extendemos una red de mangueras para acercarnos más.
“Dentro de todo lo malo que tienen, tienen una red de hidrantes en todo el perímetro que, si funcionan, pero también te digo que es necesario que, por ejemplo, estos hidrantes no haya vehículos estacionados a lado de ellos, donde por reglamento está prohibido”, añadió Alejandro Zúñiga.
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