Legisladores de EUA buscan frenar cigarrillos electrónicos chinos

Legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidieron información a funcionarios federales sobre lo que están haciendo para frenar el reciente flujo de cigarrillos electrónicos procedentes de China que llaman la atención de los menores.

Los miembros de una nueva comisión del Congreso sobre las relaciones entre Estados Unidos y China enviaron el jueves la petición a los responsables del Departamento de Justicia y de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), llamando la atención sobre “la extrema proliferación de productos ilícitos para vapear”.

La carta cita informes de The Associated Press sobre cómo miles de nuevos cigarrillos electrónicos desechables han llegado al mercado en los últimos años, la mayoría fabricados en China y vendidos en sabores como sandía y gomitas de oso.

La FDA ha declarado ilegales todos estos productos. Las empresas que quieren vender cigarrillos electrónicos en Estados Unidos están obligadas a solicitar primero el permiso de la FDA, aunque muchos de los productos importados de China se han saltado ese paso. La agencia sólo ha autorizado un pequeño puñado de vaporizadores con sabor a tabaco para fumadores adultos.

En mayo, la agencia pidió a los funcionarios de aduanas que bloquearan las importaciones de Elf Bar, un vaporizador pequeño y colorido que es la primera opción entre los adolescentes.

La AP ha señalado que la empresa detrás de Elf Bar ha sido capaz de eludir la prohibición simplemente cambiando el nombre de sus productos, que siguen siendo ampliamente disponibles en tiendas de conveniencia y tiendas de vapeo.

“Les pedimos que colaboren con el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza para resolver este problema urgente con la debida celeridad”, dice la carta bipartidista de 12 miembros de la comisión, entre ellos su presidente, el republicano Mike Gallagher, y el demócrata de Illinois Raja Krishnamoorthi.

La comisión especial se creó con el objetivo de contrarrestar las políticas chinas que puedan perjudicar la economía estadounidense. Las tensiones entre ambos países llevan años aumentando, y tanto China como Estados Unidos han adoptado medidas de represalia contra las importaciones.

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