Celebran a la Virgen Chiquita protectora de Monterrey

La Iglesia Católica celebra el 8 de diciembre la Purísima Concepción de María, por eso hoy queremos contarte la historia de la Virgen Chiquita, considerada la ''Protectora de Monterrey''.

Ubicada al poniente del primer cuadro de la ciudad, sobre la calle Serafín Peña, entre Hidalgo y Lic. Verdad, la Basílica de la Purísima es uno de los templos más destacados de la ciudad, por su belleza y estilo modernista, es obra del arquitecto Enrique de la Mora, sin embargo, el tesoro más preciado de este templo es la imagen conocida como la Virgen Chiquita.

Tallada en madera de colorín por manos indígenas, la imagen de la Purísima Concepción llegó a Monterrey a finales del siglo XVII, fue traída por matrimonio formado por los tlaxcaltecas Antonia Teresa y Diego Hernández. La pareja procedía del barrio de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, en Saltillo.

La pareja se asentó en un solar frente a la Plaza de los Arrieros, ese terreno es el que hoy ocupa la Basílica de la Purísima. Diego Hernández, ejercía los oficios de albañil, zapatero y carpintero; en su humilde casa hizo un oratorio donde se veneraba la pequeña imagen; los vecinos acudían a rezar a la capilla de la zapatera, como llamaban a Antonia Teresa.

Bajo su protección

Fray Servando Teresa de Mier, en sus cartas al cronista Juan Bautista Chapa, escritas desde Burgos en 1797, cuenta: ''Hubo también hacia el año de 1756, una especie de diluvio que llovió cuarenta días, un culebrón de agua, caído en los Andes que allá llaman Sierra Madre.

''Desembocó por Santa Catarina con inmensa furia... Una india zapatera que tenía una imagen de Nuestra Señora, de talla, echó la voz que la sacó y la imagen dividió las aguas''. (Obras Completas del Dr. Mier, Tomo III. ''El Heterodoxo Guadalupano'', UNAM, 1981, pp. 188 y 189).

Para 1791, en el primer plano de Monterrey, realizado por el Fraile Cristóbal Bellido Fajardo, ya se puede observar señalada con la letra ''I'', la Capilla de la Purísima, también llamada ''de la Zapatera''.

En el fervor de los creyentes

Los años pasaron y la cantidad de devotos creció, de manera que el espacio fue insuficiente por lo que fue necesario hacer un templo de mayores dimensiones. La actual edificación comenzó a construirse en 1939.

En el año de 1989, se otorgó el título de Basílica Menor al ''Sagrado Templo Parroquial dedicado a la Bienaventurada Virgen María, bajo la Advocación de la Purísima Concepción de María Virgen Chiquita''. (Título Pontificio de Basílica Menor).

El 10 de mayo de 1990, el Papa San Juan Pablo II coronó la imagen personalmente al término de la misa que presidió en el río Santa Catarina, durante su segunda visita a la Sultana del Norte. 

Patrimonio espiritual de los regiomontanos

Ahora que conoces la historia de la Virgen Chiquita, te invito a visitar la Basílica de la Purísima y además de apreciar la arquitectura de este recinto religioso, admirar sus obras de arte escultóricas y plásticas o maravillarse por su impresionante vitral, que por la tarde baña de luz colorida el templo, contempla la imagen de la Virgen Chiquita que forma parte importante del patrimonio espiritual de los regiomontanos.

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